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IV Congreso Nacional de Desarrollo Rural: Campo y ciudad: Un futuro común - Reportajes de prensa

Es la principal conclusión que se obtenía en el bloque dedicado a la Feria Internacional de Maquinaria Agrícola (FIMA), dentro del programa del IV Congreso Nacional de Desarrollo Rural. Mecanización y motorización provocaban en el siglo XX un incremento de la productividad. Hay que ser productivos pero hay que ser sobre todo competitivos, es decir, encontrar el equilibrio entre producir más (ser eficaces) y reducir costes de explotación (ser eficientes).

 

El profesor Luis Márquez, presidente del Jurado del Concurso de Novedades Técnicas de FIMA y homenajeado en el citado Congreso Nacional, considera que es fundamental contar con un concesionario cercano para que preste un adecuado servicio técnico. Servicio no sólo para resolver las incidencias que puedan aparecer en plena labor agrícola, sino también servicio de asesoramiento para adquirir tecnología y para exprimirla al máximo.

 

Luis Márquez dice que se observa en el campo español un exceso de tecnología que o no se necesita o no se sabe utilizar. También se observa un exceso de “tractorización” y de potencia.

 

En cuanto a la tractorización, hay en España 800.000 tractores, de los que funcionan 500.000; y se precisarían tan sólo 280.000. En cuanto a la potencia, un exceso de ésta se puede traducir en una falta de eficiencia en el uso de los recursos.

 

Por ello, hay que racionalizar la adquisición de la maquinaria agrícola. Hay que elegir la más adecuada a la explotación con la que se cuenta, de acuerdo, por ejemplo, con la dimensión de cada parcela de cultivo. Luis Márquez recomienda, además, elegir primero los aperos y equipos de campaña, y posteriormente el tractor que debe tirar de esa maquinaria.

 

Racionalidad para ser competitivos. Y hay mucho camino por recorrer en esa materia, tal y como apunta José Ignacio Vega, director general de Claas Ibérica. Como él dice, “hay mucho trabajo por hacer”.

 

Lo que está claro es que la mecanización agraria provocaba en el siglo XX una reducción de las horas de trabajo por hectárea (se pasaba de 50 a 11 horas a finales de los años 50) y un aumento de la productividad (se pasaba de 725 a 1.100 kilos por hectárea).

 

La motorización llegaba en los años 60, década en la que nacía FIMA. Alberto López es el director adjunto de la Feria de Zaragoza. Repasa los hitos más significativos en la historia de este certamen, que acaba de cumplir 50 años.

 

Arrancaba en 1964 y ya cosechaba un “éxito tremendo”. En 1966 se hablaba de convertir la feria en internacional, camino que se iniciaba en 1967. Todos los años se iba creciendo y era constante la presentación de novedades técnicas. En 1986 se abren las nuevas instalaciones de la Feria de Zaragoza, ocupándolas FIMA en 1987.

 

Alberto López destaca la intensa relación que ha habido siempre entre FIMA y las asociaciones, entidades, instituciones, empresas,… vinculadas con el sector primario. Prueba de ello es que, al margen de lo expositivo, siempre han tenido gran protagonismo eventos paralelos como jornadas, seminarios y congresos.

 

Tras 50 años de existencia, gozan de gran predicamento los galardones conocidos como Novedades Técnicas Sobresalientes y Novedades Técnicas. Todas las marcas se afanan en presentar sus innovaciones tecnológicas. Hasta tal punto se investiga y se innova que Germán Martínez, consejero delegado de John Deere Ibérica, llega a afirmar que un tractor de hoy en día equipa más tecnología que los cohetes que llegaron a la Luna.

 

Germán Martínez dice que FIMA es una visita imprescindible (recuerda que desde niño ha visitado este certamen); José Ignacio Vega se autocalifica como “producto de FIMA”. Incide en el hecho de haya cientos de personas (por no decir miles de personas) cada mañana esperando a que se produzca la apertura de puertas de la Feria de Zaragoza.

 

El bloque dedicado a FIMA en el IV Congreso Nacional de Desarrollo Rural se titulaba “FIMA: 50 años trabajando a favor del campo y la ciudad”. Es un escaparate de lo que innovan las marcas de maquinaria agrícola. FIMA ha contribuido a lo largo de cinco décadas a modernizar el campo aragonés y español.

 

Tecnificación agrícola para ser competitivos. Hay que atender los retos alimentarios que tiene la humanidad en este siglo XXI, por lo que hay que aumentar la productividad. Pero ello siendo exquisitos en la reducción de emisión de gases contaminantes y en el uso eficiente de los insumos agrarios.