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de Aragón, Navarra y País Vasco

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IV Congreso Nacional de Desarrollo Rural: Campo y ciudad: Un futuro común - Reportajes de prensa

La palabra mágica ha sido, es y seguirá siendo “cofinanciación”. El efecto multiplicador en las inversiones es de “uno a cuatro” pero puede llegar a ser de “uno a seis”. Sobre la importancia de la cofinanciación coinciden tanto Begoña Nieto, directora general de Desarrollo Rural del Ministerio de Agricultura, como Francisco Domínguez, jefe del Servicio de Programas Rurales del Gobierno de Aragón.

 

Begoña Nieto. Directora General Desarrollo Rural y Política Forestal MAGRAMA. Congreso Desarrollo Rural Francisco Domínguez, jefe del Servicio de Programas Rurales del Gobierno de Aragón. Congreso Desarrollo Rural

 

También hablan de ser realistas en los planteamientos iniciales de cada Estado miembro, y de eficacia a la hora de cumplir con los objetivos establecidos para la nueva Programación de Desarrollo Rural 2014-2020.

 

Lo cierto es que la crisis económica general, que se iniciaba en otoño de 2008, ha dejado una cosa clara: El tirón del sector primario. La sociedad se ha dado cuenta de la importancia estratégica de la agricultura y la ganadería, del movimiento económico que hay vinculado a este sector.

 

José Antonio Alayeto, presidente de Bantierra, dice que “la crisis económica ha puesto al agro en su sitio”. Lo ha puesto en sentido positivo, ya que ahora se ocupa un lugar importante en la economía; además, “con expectativas de futuro”.

 

José Antonio Alayeto. Presidente Bantierra. Congreso Desarrollo Rural Javier Rincón. Secretario General Técnico del Gobierno de Aragón. Congreso Desarrollo Rural

 

De la misma opinión es Javier Rincón, secretario general técnico del Departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno de Aragón. Dice que “la crisis ha hecho volver los ojos hacia el medio rural, como espacio de desarrollo de actividades económicas”.

 

Paralelamente, existe una gran inquietud respecto a cómo será la vida en el medio rural en los próximos años. Joaquín Olona, decano del Colegio Oficial de Ingenieros Agrónomos de Aragón, Navarra y País Vasco, recuerda que hace años alguien le dijo que eso del Desarrollo Rural es una utopía, porque la tendencia es clara hacia el desarrollo urbano. Es algo ante lo que Joaquín Olona se rebela; dice: “Hay que verlo como algo real”.

 

Y es algo real porque, por mucho desarrollo urbano que haya, los ciudadanos tienen que comer; por ello, el medio rural es esencial. Joaquín Olona apunta que, “si hay algo en común entre las ciudades y el campo, ese algo en común son los alimentos”. Allí los agricultores deben ser competitivos.

 

El sector agrario, dice, debe apostar de forma firme por el segundo pilar de la Política Agraria Común (PAC). Una de las novedades de este nuevo periodo 2014-2020 era que podía haber trasvases de fondos entre los dos pilares. Es el segundo pilar el que tiene un efecto duradero en el territorio, con cambios estratégicos, en aras de una mayor competitividad. Sin embargo, en España no hay trasvase del primer pilar al segundo (frente a lo que sí ha ocurrido en otros países como puede ser, por ejemplo, Francia).

 

Francisco Domínguez recuerda que van a ser más de 8.000 millones de euros los que van a llegar a España para el segundo pilar de la PAC; la cuantía, en términos de inversión, se puede elevar a 32.000 millones de euros, gracias al efecto multiplicador de la cofinanciación.

 

Begoña Nieto introduce el término “acuerdo de asociación”, documento que cada Estado miembro debe presentar para decir qué distribución de fondos se va a hacer justificando su uso de acuerdo con las necesidades de cada país.

 

En España hay cuatro grandes retos por delante: La escasa competitividad e internacionalización de las pequeñas y medianas empresas; la debilidad en Investigación + Desarrollo, sobre todo en el ámbito privado; la elevada tasa de paro, especialmente juvenil; y el uso ineficiente de los recursos naturales.

 

Francisco Domínguez apunta que aparentemente se deja más libertad en el planteamiento inicial de cara a este nuevo periodo, pero llama la atención sobre la importancia de ser realista, ya que se deben cumplir objetivos, prioridades y retos. Habrá un seguimiento a lo largo del periodo sobre cómo se están haciendo las cosas. Es la llamada “reserva de eficacia”, que analizará que se van cumpliendo los objetivos marcados.

 

Los objetivos marcados por la Unión Europea para el Desarrollo Rural son generación de empleo, conservación del medio ambiente y desarrollo equilibrado del territorio. Las prioridades transversales son innovación, medio ambiente y lucha contra el cambio climático.

 

Jóvenes, regadío, cooperativas,… son términos que aparecen en el debate sobre el futuro del medio rural. En cuanto a los jóvenes, por su importancia de cara a que se produzca un relevo generacional efectivo en el campo.

 

Respecto a las cooperativas, porque España tiene la asignatura pendiente de reducir la excesiva atomización en el ámbito de la producción. Todos coinciden en la relevancia de una mayor integración cooperativa y un dimensionamiento de las entidades.

 

Y en cuanto al regadío, porque la creación de nuevos regadíos vuelve a contar con financiación. En la modernización de los ya existentes Europa no va a exigir a España un ahorro de agua del 25 por ciento.

 

Como dice José Antonio Alayeto, “todo debe estar orientado a asegurar la pervivencia de la población en el medio rural”.

 

Son reflexiones realizadas en el IV Congreso Nacional de Desarrollo Rural, celebrado en Zaragoza bajo la organización de Colegio Oficial de Ingenieros Agrónomos de Aragón, Navarra y País Vasco.